A lo largo del desarrollo del proyecto “Habilidades blandas que construyen paz”, transitamos un proceso de aprendizaje colaborativo que nos permitió explorar, comprender y aplicar el potencial pedagógico de la Inteligencia Artificial Generativa en la creación de recursos educativos.
Cada integrante aportó su mirada y experiencia para integrar la tecnología con el propósito de favorecer la empatía, la comunicación y la convivencia escolar, valores que orientaron todo el trabajo.

El recorrido a través de los cuatro módulos nos permitió comprobar que la IA puede ser una herramienta poderosa para ampliar la creatividad docente, optimizar la producción de materiales accesibles y proponer nuevos modos de aprendizaje significativo.
Descubrimos que, más allá de la fascinación tecnológica, el verdadero sentido de la IA en la educación reside en su uso ético, reflexivo y humanizador.

Entre los aprendizajes más relevantes del proceso destacamos:

  • La posibilidad de articular la tecnología con la pedagogía, generando experiencias educativas innovadoras.
  • La importancia de la mediación docente como guía que orienta el uso responsable y crítico de la IA.
  • La valoración de las habilidades blandas —empatía, comunicación, colaboración, creatividad— como ejes centrales del desarrollo humano.
  • La comprensión de que la IA no reemplaza el trabajo del educador, sino que lo potencia y lo resignifica.

El trabajo grupal fortaleció nuestras competencias digitales y comunicativas, pero también nuestra capacidad de reflexión conjunta, entendiendo que la IA es una oportunidad para repensar la enseñanza desde una mirada ética e inclusiva.

Como equipo docente en formación y práctica, consideramos que este proyecto constituye un punto de partida para seguir explorando la integración responsable de la IA en contextos educativos.
Proyectamos su uso en propuestas que promuevan la creatividad, la diversidad y la alfabetización digital crítica de los estudiantes.

Creemos que la educación del futuro se construye desde la colaboración entre las personas y las tecnologías, siempre que el foco permanezca en el desarrollo de lo humano, la sensibilidad y el pensamiento crítico.

En síntesis, esta experiencia reafirmó nuestra convicción de que:

“La Inteligencia Artificial no sustituye al docente, sino que amplifica su capacidad para educar con sensibilidad, ética y humanidad.”

Créditos finales

Proyecto colectivo desarrollado por Mariela Kücan – Cristian Reta – Ricardo Visconti
Cátedra: Gestión de Recursos Digitales con IA Generativa
Universidad Tecnológica Nacional – Facultad Regional Mendoza
Año 2025